Empecemos por mirar a la raíz de la palabra: el término original para referirse a la práctica es “yug”. La palabra proviene del sánscrito, que es un grupo de lenguas indias antiguas, y significa integrar o unir.
En pocas palabras, esta disciplina busca llevar sus practicantes a una integración entre cuerpo, mente, emociones y energía, pero no solo eso. Los ejercicios propuestos por el yoga buscan la integración del ser personal, cada uno de nosotros, con el Universo, que no es aquí entendido como algo lejano, sino como algo presente en la misma profundidad humana.
Existen diversos tipos de yoga, siendo que cada tipo contempla más o menos determinados aspectos. Hay algunos estilos más suaves, que priorizan la meditación y el uso de los mantras, y otros más complejos que requieren más trabajo físico. Aunque distintos, todos los tipos tienen el mismo objetivo: buscar la unión de cuerpo, mente y energía. Asimismo, con la práctica continuada se busca alcanzar los beneficios que resultan de la práctica.
¿Cómo el yoga puede ayudarte?
- Autoconocimiento
- Potencializa la capacidad de toma de decisiones
- Desarrollo del autocontrol
- Ayuda a controlar la ansiedad
- Mejora el acondicionamiento físico y ayuda a mantener una buena posición corporal
- Favorece la producción de melatonina y, por ende, ayuda a regular el sueño
- Por medio del aumento de la consciencia corporal, ayuda a aliviar los dolores en el cuerpo
- La práctica regular puede reducir el estrés, aliviar la ansiedad y mejorar la concentración
Además de saber qué es el yoga, has aprendido un poco sobre algunos de sus diferentes estilos, y visto que la práctica continua de esta disciplina puede traer beneficios para la salud física y mental. Para comenzar a practicar, es recomendable buscar las instrucciones de un profesional.